Sin duda habrá muchas opiniones y prejuicios al respecto. Pero si somos un poco más agudos y críticos, veremos que somos testigos (y por qué no decirlo, actores) de una sociedad que, día tras día, da luces de una marcada “psicopatización”. Dicho de otra manera, el bien común, la responsabilidad social, el servicio público, la sabiduría, la abnegación y entrega desinteresada, no son más que elementos de un ideal platónico y entrañable de lo que son los líderes (o, en este caso, dirigentes estudiantiles y autoridades políticas).
Para muchos ser dirigente estudiantil no es más que un trampolín, una vitrina en la cual te admiran y desean. Quizás ha sido esto lo que ha permitido la desvirtualización máxima de las organizaciones estudiantiles, provocada por la intervención (del tipo intromisión) de la política partidista. Y es que la política constructiva, caracterizada por el diálogo basado en el respeto, la empatía y el inconfundible deseo de construir una sociedad mejor, ha quedado relegada a la categoría de ideal.
Sin duda, un ideal que muchos estamos dispuestos a seguir, quizás utópico e ingenuo, pero que nos congrega y llena de ansias e inspiración. Como diría Don Quijote de la Mancha (en la obra teatral) “si logro ser fiel a mi sueño ideal, estará mi alma en paz al llegar de mi vida el final”.
Raúl Pizolti Aguirre
(Amigo Revista Psicoeduca)
Presidente Consejo de Presidentes
UNAB – Viña del Mar
Articulo, Publicado en el Mercurio de Valparaíso.
(Amigo Revista Psicoeduca)
Presidente Consejo de Presidentes
UNAB – Viña del Mar
Articulo, Publicado en el Mercurio de Valparaíso.